sábado, 1 de marzo de 2008

Costumbres españolas


En una de las entrevistas que recientemente le hizo Iñaki Gabilondo a Mariano Rajoy en el canal Cuatro, le preguntó acerca del famoso "contrato de integración" que los inmigrantes que llegan a España, deberán firmar si el PP gana las elecciones.

En dicha entrevista, Gabilondo le preguntaba a Rajoy, que entendía por "costumbres españolas" que debían respetar dichos inmigrantes, y lo curioso es que en vez de enumerar o detallar nuestras "costumbres españolas", habló de poligamia, ablación, igualdad de sexos... hasta donde yo sé nada de eso se podría decir que son "costumbres españolas", sino todo lo contrario, insisto, hasta donde yo sé esas acciones son delitos contemplados en nuestro Código Penal.

Con lo cual, queda en entredicho la propuesta del Sr. Rajoy, ya que está claro que intenta promover un contrato que pide acatar determinadas costumbres, que no sabe cuáles son.

En mi humilde opinión esto es muy grave, ya que si del resto de las cosas que promueve en su programa electoral, tiene tanto conocimiento como de las "costumbres españolas" los españoles vamos a tener un serio problema si gana el PP en las próximas elecciones.

Ahora bien, si buscamos en el diccionario de la Real Academia Española las definiciones de la palabra costumbre, nos encontramos con lo siguiente:

1.- Hábito, modo habitual de obrar o proceder establecido por tradición o por la repetición de los mismos actos y que puede llegar a adquirir fuerza de precepto.

2.- Aquello que por carácter o propensión se hace más comúnmente.

3.- Menstruo o regla de las mujeres.

4.- Conjunto de cualidades o inclinaciones y usos que forman el carácter distintivo de una nación o persona.

Siguiendo la primera de las acepciones del diccionario, intento buscar algo que por tradición o repetición en España haya adquirido fuerza de precepto (esto es, mandato u orden que el superior hace observar y guardar al inferior o súbdito), para llegar a convertirse en "costumbre española", y la verdad salvo el no pago de las horas extras por parte de los empresarios, pocas cosas se me ocurren.

Haciendo el mismo ejercicio con la segunda acepción, si nos referimos a "costumbre española" como algo que hacemos comunmente, lo primero que se me viene a la mente es irse vinos o cañas después de trabajar y pedir un picho de tortilla. Si esto es algo que los inmigrantes van a tener que firmar y acatar, pues hombre no le veo mucho sentido, que se tomen la caña si quieren digo yo....a mi nadie me obliga a beber tequila en México...

La tercera acepción, la voy a obviar, porque no creo que el señor Rajoy se refiera a que los inmigrantes que vengan a trabajar a España, nos tengan que respetar a las mujeres cuando estamos en nuestros días.

Y respecto a la última acepción, "cualidades o inclinaciones que forman el carácter de una nación o persona", pues tampoco se me ocurre nada que pueda calificar como "costumbre española", salvo quizás el gusto por los chiringuitos en las playas, las conversaciones filosóficas con los camareros en los bares, leer el Marca o el Mundo Deportivo los lunes y comentarlo con los compañeros del trabajo, ver los programas de cotilleos en la tele ah se me olvidaba, comentar acerca de cómo le irá la vida a la niña de Rajoy.

Después de todo esto, sólo me cabe una conclusión acerca del "contrato de integración" que propugna el PP, y es que lo que intenta es obligar a los inmigrantes a que no cobren las horas extras, que se tomen una caña y tortilla de patatas al salir de trabajar, que consuman en los chiringuitos de las playas españolas, que le den conversación al camarero del bar de turno, que vean el "Tomate" y Salsa Rosa y que compren el Marca o el Mundo Deportivo religiosamente todos los lunes.

Ante esto, pues no Señor Rajoy, no estoy de acuerdo con ese "contrato de integración" que usted propone.

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